sábado, 29 de agosto de 2009

Campaña para la Libearción de Pánfilo: ¡Jama y Libertad!


Metieron preso a Pánfilo, Tremendo Descaro! (Parafraseando a Pánfilo), sólo por decir ¡Aqui lo que hace falta es Jama!
Hace unos días, se publicó en Internet un blog desde donde se exige la liberación de Pánfilo ese cubano con el que tanto nos hemos reido con sus videos, un cubano de a pie, como cualquiera cansado de no tener que comer y lo manifestó ante una cámara, el blog puedes visitarlo en http://www.jamaylibertad.com/ Apoya esta campaña, apoya la Libertad de Pánfilo y todos los cubanos. Yo y mi blog apoyamos la Liberación de Pánfilo y de todos los cubanos. Viva Cuba Libre!!!!!!!

jueves, 27 de agosto de 2009

Poco alpiste para tanta jaula

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Los rumores crecen sobre la posible desaparición del sistema racionado de productos alimentarios. Entre el temor y la espera, algunos aseguran que para comienzos de 2010 ya la cuota de sal y azúcar serán historia pasada y que la liberalización de esos –y otros– alimentos, se nos viene encima. Quienes se asustan ante tal posibilidad no se imaginan una vida sin el subsidio del Estado, sin las muletas de lo subvencionado. Yo misma nací inscrita en una libreta donde se anotaba cada gramo de lo que debía llevarme a la boca. Si hubiera crecido sólo con lo reglamentado, tendría un cuerpo más enclenque del que exhibo ahora. Por suerte, la vida tiene mayor cantidad de opciones que las cuadrículas donde –cada mes– el bodeguero marca las mínimas raciones que nos tocan.
Un simple cálculo me lleva a pensar que si los 66 millones de libras de arroz que se distribuyen cada mes, por el racionamiento, fueran a parar al mercado libre, los precios de éste último bajarían. Se podría decidir entonces si en lugar del repetitivo cereal se compran papas o verduras y ya nadie exclamaría “me llevo todo lo que me dan a casa, antes que dejarlo en la bodega”. Además, no existiría la sensación de que nos regalan algo y sobre todo el sentimiento de culpa que nos impide protestar o criticar a quienes garantizan esas pequeñas porciones. El mercado racionado debería quedar para esos que padecen un impedimento físico, psíquico o han quedado desempleados. En fin, debe dirigirse a quienes necesiten de la seguridad social para sobrevivir.
Aunque la idea parece simple de decir, el cuello de botella de su aplicación es que los salarios siguen ajustados a los alimentos subvencionados de la “libreta” y carecen de objetividad ante los precios liberados. Decirle a una familia cubana que a partir de mañana no tendrá las limitadas cantidades y las dudosas calidades que recibe por la bodega, es serrucharle el pedazo de piso sobre el que está parada. El alpiste, además de restringido, es difícil de eliminar, pues erradicarlo sólo puedo hacerse una vez que se abran las puertas de la jaula. De ahí que la noticia que en realidad esperamos no es la del fin del racionamiento, sino la del cese de la minusvalía económica que nos obliga a él, de la expiración de una relación paternalista que nos mantiene como pichones dependientes y… hambrientos.

lunes, 24 de agosto de 2009

Yoani Sánchez escribió: Inaugurados

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Finalmente, han inaugurado los dos ascensores de mi edificio, después de un año de montaje y una larga etapa de prueba. El viernes fue la reunión para anunciar las reglas de uso de los dos artefactos, que ya tienen la apariencia de llevar una década en funcionamiento. El encuentro de vecinos derivó en gritos y quejas, pues el enorme bloque de concreto donde vivimos se deteriora cada día y no hay recursos para repararlo. Ni siquiera la buena noticia de no tener que subir por las escaleras puede ocultar la apariencia de ruina reciente que tiene este inmueble modelo yugoslavo.

También han aumentado la cantidad de dinero que se recoge por cada familia, para lograr pagar el salario de dos jubilados que vigilaran los ascensores. Como en el interior de la cabina apenas hay espacio para cinco personas, los “custodios” de los aparatos rusos permanecerán en una silla sentados a la entrada. Algunos aseguran que en lugar de mirar el tablero y los botones, estos ancianos -militantes del PCC- estarán más al tanto de lo que llevamos en las jabas o de quién nos visita. Espero que los guardianes duren unos quince días, hasta que la falta de constancia que caracteriza todo aquí, relaje el asunto de la supervisión.

Lo que menos me gusta de todo esto es que se vuelva a aplicar la fórmula de mayor control, disciplina y vigilancia creyendo que con eso se solucionarán los problemas. Personalmente, creo que todo iría mejor si cada vecino sintiera que el edificio le pertenece y que las áreas comunes son también parte de nuestra casa. Sin embargo, años de no poder decidir qué ocurre en ellas, han creado esta sensación de distanciamiento y cierta tendencia a “depredarlas”. Una vez nos quitaron una esquina para hacer el local de la zona de los CDR y convirtieron el área donde jugaban los niños en una oficina de la OFICODA, sin previo consenso de los que vivimos aquí. Con el tiempo y las sucesivas intromisiones de cuanto organismo estatal necesitaba un fragmento de nuestras espaciosa planta baja, llegamos a la conclusión de que nada de esto es nuestro. Ni siquiera los dos ascensores que hace un par de días acaban de ser inaugurados.

P.D: El tema Juanes y su concierto del 20 de septiembre sigue generando mucho debate, de manera que se ha creado un nuevo sitio bajo el nombre de Paz sin Fronteras, donde se localizará toda la información que salga al respecto. Allí tendrán espacio las opiniones de varios bloggers y comentaristas respecto a la visita del cantante colombiano a nuestro país.

sábado, 22 de agosto de 2009

Yoani Sánchez escribió: Algo más que virtual

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Desde el pasado quince de agosto comenzó la votación online, para el concurso blogger Una Isla virtual.
Los invito a que repasen la lista de los sesenta y seis blogs que compiten por los cuatro premios que se entregarán el 9.9.09. Como verán, la selección es bastante ecuménica y hay sitios digitales de todas las tendencias, que han sido nominados por los lectores o por sus propios autores. Al decir de los miembros del jurado –entre los que tengo el honor de estar- éste resulta “un muestrario tan polifónico y variado como la realidad cubana actual, aunque no llega ser un registro preciso de todos los blogs existentes en el país (…) es la representación de un fenómeno que en Cuba está expandiéndose y desarrollándose cada día”.

viernes, 21 de agosto de 2009

Yoani Sánchez escribió: Tablón de anuncios

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

El papel estuvo poco tiempo pegado en un muro en la calle Tulipán: “Desbloqueo celulares” decía, y mostraba el número telefónico del sagaz técnico. Cada vez con más frecuencia, se ven anuncios proponiendo la venta de cachorros de perro, piezas de automóvil y ofertando los servicios de alguien que repara cocinas o pule los pisos de las casas. Han sido colocados por los más atrevidos de un mercado informal con servicios, canjes y ofertas, del que todos dependemos. Una corriente de negocios que carece de espacios legales donde divulgarse y, sin embargo, muestra su mercancía con tanta -o más- eficacia que el comercio oficial.
Esos cartelitos escritos a mano, me hacen evocar los centros laborales y de estudio –fuera de Cuba– en los que me fascinó el tablón de anuncios abarrotado de pedidos y ofrecimientos. Una “habitación barata”, “alguien que quiera comprar una laptop” o una excursión que necesita de “nuevos inscritos para costear el transporte”, eran algunos de los clasificados que vi colgados en ellos. Nada de eso puede leerse en los aburridos murales, llenos de consignas políticas, que aparecen en las universidades, fábricas o empresas cubanas. Los alumnos y trabajadores no están autorizados a tener un espacio físico donde pegar un pequeño papel pidiendo un libro, una pieza para un PC o un cuarto para rentar. Tampoco hay sitios así para el resto de la población, como no sean algunos programas radiales o canales locales, que destinan breves minutos a informar sobre permutas u objetos perdidos.
No permitir esos tablones de anuncios es, para mí, uno de los signos más visibles del control sobre toda forma –espontánea– de organizarse o interactuar los ciudadanos. Su ausencia resulta una verdadera pena, porque esas columnas o pizarras llenas de clasificados dinamizan una ciudad y le dan vida a sus escuelas, oficinas y comercios. Pero en lugar de eso, colocar un mínimo cartel de “vendo tal cosa” o “compro esta otra” sigue siendo aquí un acto de transgresión, una acción que debe hacerse en el clandestinaje de una noche, sobre un muro –en penumbras– mientras nadie nos ve.
. Les dejo algunas muestras virtuales de esos tablones de anuncios, que no podemos hacer en el mundo real: http://www.revolico.com/ y http://cu.clasificados.st/

Yoani Sánchez escribió: Padecimientos

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Mi número telefónico coincide en cinco dígitos con el de la farmacia más cercana. De manera que cada día atiendo varias llamadas equivocadas, en las que me preguntan si ha llegado algún que otro medicamento. Normalmente, les doy a las personas los datos correctos para que encuentren el dispensario, pero otras –siete de la mañana de un domingo– sólo atino a decir: “No señora, en esta casa no vendemos ese fármaco”.
Si me dejo guiar por lo que busca la gente para aliviar sus padecimientos, tendría que concluir que las depresiones están en aumento. El noventa por ciento de los que llaman quiere algún ansiolítico o relajante, algo que ayude a desconectar de la cargante realidad. Las dificultades para transportarse, la doble moneda, las colas y el stress que provoca buscar determinados productos en el mercado negro, pueden llegar a desequilibrar a cualquiera. Especialmente si se ha vivido desde hace décadas bajo esa sensación de inestabilidad nacional, de provisionalidad y crispación.
Por eso, trato de comprender –y no insultar– a quienes me llaman a las horas más increíbles, pensando que se están comunicando con la farmacia. Noto en su voz ese tono de desespero que sólo se alivia cuando se toman alguna píldora que ayude a relajar y a dormir. Son las mismas personas que al otro día volverán al trabajo con los párpados a la mitad, aún bajo el efecto del calmante. Las pastillas los ayudarán a aceptar que el aire acondicionado esté apagado debido a las nuevas medidas de ahorro, que el ómnibus llegue una hora después de lo previsto o que el carnicero les venda un kilogramo de pollo al que le faltan diez gramos. Las ansiadas tabletas no pueden lograr que las cosas funcionen, pero al menos sirven para que deje de importarles.

Yoani Sánchez escribió: Antihéroe

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Pudo haberse quedado en un alcohólico tirado en una esquina dormitando la embriaguez –como hay tantos en esta ciudad- pero él quiso también pronunciarse. Saltó frente a una cámara y clamó por comida, que viene a ser la obsesión nacional junto a las ansias de cambios. Su espontaneidad y el énfasis que le dio al pedido de “jama”, convirtieron al breve video de Juan Carlos –alias Pánfilo- en un “superhit” en las redes alternativas de información. No recuerdo otro material visual que haya hecho metástasis tan rápido en nuestra sociedad, a no ser el vídeo de Eliécer Ávila versus Ricardo Alarcón el año pasado.
Pánfilo comprendería –pocos días después de difundirse sus imágenes- que al manifestarse se había delatado. Sus palabras eran como un círculo rojo alrededor de su cabeza, un anuncio lumínico a la entrada de su casa o un dedo señalando sobre su vida. La lupa del poder, esa que pende sobre todos nosotros, reparó en él y comenzó a hurgar en sus debilidades. Salió a flote que no tenía trabajo, había sido procesado por robo, probablemente compraba ron destilado en el mercado negro y otras tantas tropelías que cometemos los cubanos -cada día- para sobrevivir o escapar. Bastó que fuera sincero frente al micrófono y se quitara la máscara, para sentir el bisturí de la represión hurgando en su existencia.
En una sociedad marcada por la penalización contra el que expresa sus opiniones, ya ni los locos ni los niños dicen lo que piensan, apenas los borrachos. De ahí que no me sorprendió la noticia de que le buscaran a Pánfilo una figura delictiva por la que juzgarlo y apareció la acusación de “peligrosidad predelictiva”, por la que le exigen dos años de prisión. El proceso judicial debe haberle devuelto la sobriedad más rápido que un cubo de agua fría y que un café extremadamente fuerte. Aunque todavía tiene la posibilidad de apelar esa decisión ante un tribunal, es poco probable que salga sin castigo, pues no se trata de un escarmiento dirigido sólo a él. Si no lo condenan, quién va a impedir que los alcohólicos de esquina, los borrachines de barrio, se paren frente a una cámara y comiencen a gritar por todo aquello que nos falta: ¡Jama!, ¡Futuro!, ¡Libertad!

Yoani Sánchez escribió: Falta la “Y”

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Las memorias se escriben al final de la vida y los diccionarios con frases de un hombre se compilan cuando se le sabe acabado, incapaz de producir nuevas ideas. Quedar reducido a las páginas de un libro, cuando una vez se tuvo el micrófono ante un millón de personas, debe ser un consuelo tan insípido como la papilla que se le administra a un enfermo. El Diccionario de pensamientos de Fidel Castro, del investigador Salomón Susi Sarfati, viene a ser entonces la despedida del locuaz líder que inundó nuestra vida –cada minuto de ella- con su incontrolada retórica.
Según una nota de Prensa Latina, “exquisito y minucioso en su selección, el autor divide el diccionario en 20 letras del alfabeto español (excepto k, q, w, x, y, z) … “. Como tengo obsesión por esa penúltima consonante que da nombre a este Blog, me pregunto si en los más de mil 978 aforismos nunca habrá sido referido a alguien de la “Generación Y”. En esta Isla llena de Yordankas, Yohandris y Yunieskis, cómo es posible que “la esencia del pensamiento” de quien estuvo casi cincuenta años en el poder, no contenga una alusión a nosotros. Parece ser que el libro sólo recoge conceptos, no personas, lo cual lo hace para mí un muestrario de entelequias, un compendio de nociones inaprensibles.
Quizás hoy –día de su 83 cumpleaños- el orador de antaño esté ante este diccionario que han creado para halagarlo, para decirle que su obra perdurará y se leerá por los siglos de los siglos. Mirará el año de publicación y se preguntará si harán una edición ampliada con el contenido de sus próximas reflexiones. No notará que falta la “Y”, esa pequeña e insignificante letra que no le ha salido como él hubiera querido: desinteresada, altruista, disciplinada y estoica. Quizás se regodee más en la “R” de revolución o en la “I” de imperialismo, pero su magna mirada no llegará al final del abecedario. Allí, agazapada y oculta está esa letra en forma de tirapiedras, con la liga tensada en dirección al mañana.

Yoani Sánchez escribió: Juanes y la Plaza

Yoani Sánchez - Portal Desde Cuba.

Un lugar gris, de concreto y mármol, que hace sentirse a las personas diminutas e insignificantes. Paso cada día cerca de la Plaza de la Revolución, camino a casa, y no puedo dejar de sobrecogerme, verme aplastada ante esa arquitectura que tanto recuerda la megalomanía fascista. Una vez, estuve allí con una bandera blanca y amarilla gritando “libertad”, frente a un altar en forma de paloma diseñado para el Papa. No soy católica, sin embargo no iba a perderme –por nada del mundo- la posibilidad de decir otro tipo de consignas en aquella Plaza.
Parece que para el veinte de septiembre será Juanes el que tratará de darle un rostro humano a un conjunto arquitectónico, donde nadie va plácidamente a sentarse. No he visto nunca allí a una pareja o a una familia cubana –que sin ser convocadas- se ponga en una esquina a conversar o a reír. Un espacio sin árboles, pensado para reunir, masificar, para que el líder nos grite desde su altura -a unos metros elevada del piso- y espere de nosotros que le respondamos con algún repetitivo slogan de “¡Venceremos!”, “¡Paredón!” o “¡Viva!”.
Opino que Juanes debe venir y cantar. Si el tema es la paz deberá saber que esta Isla no está inmersa en un conflicto bélico, pero tampoco conoce la concordia. Elevará su voz ante un pueblo que ha sido dividido, clasificado según un color político y compulsado al enfrentamiento hacia el que piensa diferente. Una población que hace años no oye hablar de armonía y que sabe del castigo que reciben los que se atreven a mostrar sus críticas. Estamos necesitados de su voz, pero sólo si va a cantar sin olvidar a ningún cubano, sin descartar ninguna diferencia.
Nos gustaría que acompañara sus canciones con la cadencia de Willy Chirino, la trompeta de Arturo Sandoval, el ritmo de Albita Rodríguez o el sensual saxo de Paquito D´ Rivera… pero a ninguno de ellos lo dejarán estar ahí. Juanes disfrutará así el privilegio del extranjero, que en esta Isla es mucho mejor valorado que los nacionales. Cada cosa que diga entre canción y canción -si es que dice algo- podrá ser interpretada como su apoyo a un sistema que se apaga, como el espaldarazo a un grupo en el poder.
No ha sido una inocente decisión seleccionar la Plaza de la Revolución como escenario para su música y no podrá sacudirse la carga política que eso significa. Pero si tiene que ser así, si no hay espacio en los barrios pobres de la periferia de la ciudad, en mi Centro Habana natal al borde del colapso, si no lo dejan sumergirse en San Miguel o Marianao, ni siquiera usar el Estadio Latinoamericano, pues que cante entonces bajo la estatua de Martí y frente a la imagen de Che Guevara, pero al menos que cante para todos.
* Me pregunto si ocurrirá lo mismo que en los dos últimos conciertos de Pedro Luís Ferrer, donde no han dejado entrar a algunos bloggers.
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